jueves, 18 de septiembre de 2014

Tauromaquia, maltrato animal consentido

En España y algunos países de América del Sur la práctica de la tauromaquia está consentida e incluso vista como arte y cultura. Nada más lejos de la realidad, es una escalofriante forma de maltratar a un animal hasta llevarlo a la muerte.


Los defensores de este ''estpectáculo'' lo definen como arte y cultura. Si nos ceñimos a las definiciones dadas por la RAE, de una forma u otra habría llegar a aceptarlas, pero de igual manera habría que aceptar como arte o cultura la quema de brujas realizada por la Santa Inquisición, a la crucifixión romana, y un largo etc.

Pero la tauromaquia va más allá y parece que las leyes se contradicen con el fin de tener contento a un pueblo sediento de sangre inocente. Según la Ley 5/1997, de 24 de abril, de protección de los animales, artículo 6, espectáculos (Castilla y León, por poner un ejemplo, relacionado con la celebración del Toro de la Vega):

1. Se prohíbe la utilización de animales vivos en espectáculos, peleas, fiestas y otras actividades que impliquen tortura, sufrimiento, crueldad o maltrato, o hacerlos objeto de tratamientos antinaturales. 2. Quedan excluidos de forma expresa de dicha prohibición los espectáculos circenses en los que participen animales, siempre que no impliquen crueldad, maltrato, sufrimiento, la muerte del animal o pudieran herir la sensibilidad de los espectadores. 3. Se prohíben las peleas de perros, gallos, o cualesquiera otros animales entre sí, con ejemplares de otra especie o con el hombre. 4. Se podrá autorizar a las sociedades de tiro, bajo el control de la respectiva federación, la celebración de competiciones de tiro al pichón y a otras especies que se determinen. 5. La realización de espectáculos taurinos quedará sometida a la pertinente autorización administrativa. La Junta de Castilla y León en el plazo de un año regulará reglamentariamente dichos espectáculos.
Si sólo estuvieran escrito los cuatro primeros puntos las corridas de toros y sucedáneos estarían totalmente prohibidas pero para eso están las cabezas pensantes de estos lugares, que deciden excluir estas prácticas de las prohibiciones. Seguramente esto se deba a que no consideran al toro como animal, o que tiene menos derechos que cualquier otro por el hecho de ser toro, o que no les llega suficiente sangre al cerebro, o que carecen de él.


Dejando de lado leyes, tradiciones y culturas... muchos taurinos suelen defender esto diciendo que ''es un honor para el toro'', ''tiene la posibilidad de mostrar su valía'' y, en ocasiones, se puede llegar a escuchar la barbarie de ''el toro no sufre''. ¿Qué clase de honor es para un animal ser torturado y vacilado hasta morir? ¿Que valía puede mostrar un animal cuando está rodeado de personas, unas le clavan banderillas, otras disfrutan con ello y otra espera su momento para darle la puntilla? ¿Acaso el toro no tiene sistema nervioso para poder afirmar que no sufre? ¿Desde cuando el dolor físico, el ser herido, produce orgasmos? Son cosas que solo esta gente entiende.

Imagen en la que se muestra la violencia del toro
Una vez que los taurinos se quedan sin argumentos recurren a la importancia biológica del toro. El argumento no es otro que ''si desaparecen las corridas, el toro de lidia también lo hará puesto que a los ganaderos no les interesaría su cría''. Alguien debería decirles que el toro de lidia es una raza de la especie (Bos taurus o Bos primigenius taurus) que se diferencia del resto de razas por ser más agresivo cuando se le provoca, básicamente. También hay distintas razas dentro de esta raza (raza de razas) las cuales ya se diferencian en tamaño, color, etc. Por lo tanto, la prohibición de estos festejos no acarrearía ningún desastre biológico, puesto que el toro seguiría estando ahí, y la exquisita carne que proporciona sería un motivo más que suficiente para mantener estas razas con vida, ¿o acaso el cerdo tiene que extinguirse por no darle más uso que el aprovechamiento de su carne? Y habrá quien diga que somos hipócritas, que vemos con buenos ojos el sacrificio de animales para comer. Pues sí, esta manía que hemos tenido de evolucionar a costumbres omnívoras hace necesario el consumo de carne animal, pero no vamos a los mataderos a festejarlo.


Que lo pinten como quieran, la tauromaquia no es más que maltrato animal consentido llevado a cabo por seres con complejo de inferioridad.





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