viernes, 11 de julio de 2014

La jirafa, un rumiante especial

Hoy voy a hablaros de la jirafa. Aunque pueda parecer que no, es un animal muy curioso. 



Su nombre científico, Giraffa camelopardalis, se debe a que antiguamente se creía que este animal procedía de una mezcla entre camello y leopardo.

Viven entre 20 y 25 años y duermen alrededor de 2 horas diarias en intervalos de 10 minutos, siempre en posición vertical.


Como cualquier rumiante, tiene un estómago de cuatro cavidades y carece de incisivos y caninos en la parte superior de la boca.  En su lugar poseen una almohadilla fuertemente reforzada con la que prensan la comia .En el interior de esta boca, tienen, además, una lengua de medio metro con la que cogen las hojas y ramas de las que se alimentan. Se puede decir que su lengua es como una mano, con la que realizan todo tipo de actividades.

No existen dos patrones de manchas iguales. Cada jirafa tiene el suyo único, como nuestras huellas dactilares.

Otro dato interesante es que como todos los mamíferos, la jirafa posee solo siete vértebras cervicales. Son unas vértebras largas y robustas, pero son suficientes para sujetar su largo cuello.


También debemos saber como nacen estas jirafas. La madre no se agacha en el parto y el bebé debe caer desde una altura considerable. Si nacieran como todos los mamíferos, es decir, primero sale la cabeza, podrían partirse el cuello en la caída. Es por esto por lo que nacen sacando primero las patas traseras. Aún así podríamos pensar que el cuello también podría partirse por el peso del cuerpo cuando está saliendo. Esto no ocurre porque la cadera tiene la medida exacta para que el cuello esté dentro, de forma cómoda, y una vez que ha salido todo el cuerpo, este sale seguido de la cabeza de una forma suave y sin partirse.


Pero lo más curioso de las jirafas es su sistema circulatorio. Hay que pensar en como llega la sangre a las distintas partes de su cuerpo, tan alejadas unas de otras, y como consiguen que esa sangre no se acumule en determinadas zonas. Para empezar, su corazón. Es de los corazones más fuertes, pues debe impulsar la sangre con suficiente fuerza para que esta alcance la parte superior del cuello. Para que la sangre no se acumule en las patas (dada su altura tiene un retorno venoso difícil), las tiene reforzadas con una aponeurosis que evita que las venas se expandan en exceso. Pero, al bajar la cabeza ¿cómo soportan estos animales el cambio de presión? Llegaría demasiada sangre al cerebro y podrían desmayarse. He aquí lo mejor de este sistema circulatorio, el retículo admirable. Este está compuesto por una red de vasos sanguíneos que se contraen cuando la jirafa baja la cabeza para beber, evitando que llegue demasiada sangre al cerebro, y así, el animal pueda beber con tranquilidad. Cuando el animal alza la cabeza de nuevo, estos vasos se relajan y la sangre vuelve a circular de forma normal. 




1 comentario:

  1. Que interesante informacion muchas gracias por compartir..ya lo comparti tambien..O sea que la jirafa es UN animal limpio de acuerdo a lo que enseña la biblia en leviticos capitulo 11

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