viernes, 12 de septiembre de 2014

La verdadera historia de los vampiros

Ni tan aterrador, ni tan mortal. Pequeños incomprendidos de 10 cm.



El vampiro común, Desmodus rotundus, es un quiróptero perteneciente a la subfamilia desmodontinos. Esta especie es única dentro del género Desmodus. Habita en los bosques y plantaciones, desde México hasta el norte de Chile y Argentina, hasta los 2.900 metros de altitud.

Como buen vampiro, este murciélago, es hematófago (se alimenta de sangre) y para facilitar la práctica de chupar sangre ha desarrollado un hocico aplastado, dientes especializados y la capacidad de desplazamiento cuadrúpedo. Es nocturno y durante el día permanece en troncos huecos o cuevas en grupos de 40 a 70 individuos normalmente.

La sangre que ingiere proviene de mamíferos tales como el ganado, ungulados y rara vez del hombre o el perro, y la cantidad que bebe ronda los 25 ml de sangre en media hora. Sin embargo, lo más sorprendente de estos vampiros es la ayuda que prestan a otros individuos de su ''familia'' cuando estos no han podido alimentarse esa noche, ya que comparten el alimento con ellos, puesto que los vampiros pueden morir si pasan más de 48 horas sin alimentarse.


El mayor peligro que tienen los vampiros, es que pueden transmitir la rabia.

¡Que no nos engañen! Los vampiros no son tan malos.






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