sábado, 28 de junio de 2014

Axolotes: los adorables monstruitos mexicanos

Hace varios años, curioseando por internet cosas frikis interesantes sobre animalillos, me topé con un curioso y simpático bichejo del cual me enamoré perdidamente. Lo sé, soy un romántico.




Se trata del Ambystoma mexicanum, pero los mortales solemos llamarlo axolote, ajolote o axolotl, como más te guste. Su nombre significa en náhuatl monstruo marino, pero yo lo definiría mejor como una adorable rareza. Según la mitología azteca, se trata del hermano de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, y rehúsa la muerte a través de la metamorfosis.
Los axolotes son endémicos de México, y actualmente su capacidad de regeneración lo ha llevado hasta el peligro de extinción por su sobreexplotación para fines medicinales. Además, en México es muy preciado por la superstición, pues un caldo con axolotes tiene efecto fortalecedor según cuenta la tradición.
Antiguamente se pensaba que el axolote era una salamandra que pertenecía en estado de renacuajo toda su vida, pero actualmente sabemos que no es así.
El axolote es longevo, alcanza hasta 15 años de edad alimentándose de moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algún pez.  Entre las amenazas naturales se cuentan las aves de presa como las garzas.


El axolote suele ser negro o marrón moteado, aunque también son relativamente comunes las variedades albinas y blancas, especialmente entre especímenes criados en cautividad. 
Nuestro amigo tiene la característica poco habitual de conservar sus rasgos larvales en su vida adulta. Esta condición, que se conoce como neotenia, significa que conserva su aleta dorsal de renacuajo -que recorre casi la totalidad de su cuerpo- y sus branquias externas, que sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza en forma de plumas.
Estos anfibios no han pasado desapercibidos a lo largo de la histora, pues de ellos ha hablado el famoso escritor Julio Cortázar en Final de Juego (1956) (Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl...) ¡Incluso tienen a Mudkip, un pokémon en su honor!




También os dejo un par de vídeos. El primero, uno casero, en el que se ve a los axolotes nadando graciosamente, y el segundo, un minidocumental sobre ellos








 @Pedro_PB22

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