miércoles, 18 de junio de 2014

Pepinos de mar, los pequeños extintores marinos.

Pepino de mar, ¡ojo que no es un vegetal!Curiosos animales que utilizan todo su interior para ahuyentar depredadores.




El nombre de pepinos de mar lo reciben los miembros de la clase Holothuroidea del filo Equinodermos, de los cuales es conocida su existencia desde hace cerca de 400 millones de años. Son considerados animales con simetría bilateral, ya que constan de un cuerpo alargado con un solo eje de simetría. Constan de dos aperturas en los extremos, la bucal, rodeada de tentáculos; y la anal, que constará de gran importancia en su mecanismo de defensa. 
Son animales adaptados a la reptación y con cuerpo un cuerpo prismático. Su cara inferior constará de pies, a partir de los cuales se adherirán a las superficies marinas mostrando un mayor desarrollo los pies inferiores, ya que constarán de gran importancia en la función locomotora, mientras que los que se sitúan en la zona dorsal poseerán de función sensitiva.
Su boca aparece rodeada de numerosos tentáculos de diferentes características. Poseen un anillo calcificado que rodea la faringe, constando de funciones para la inserción de los músculos que mueven los tentáculos orales y los que contraen el cuerpo. Al igual que el resto de equinodermos, el sistema vascular de los holoturoideos consiste en un anillo anterior del que parten largos canales que discurren hacia la parte posterior del cuerpo. 

Las holoturias viven en casi todos los ambientes marinos, pero se encuentran más concentradas en las aguas saladas poco profundas de los arrecifes de coral. Habitan desde el medio intersticial, hasta las profundas fosas oceánicas. Muchas especies viven enterradas en diferentes sedimentos blandos, pero muchas de ellas son capaces de nadar, e incluso algunas son miembros del plancton, flotando a merced de las corrientes marinas.


Cabe citar que la alimentación de los pepinos de mar se basa en detritos, algas, y en menor número de casos, de plancton. 
La reproducción de las holoturias se lleva a cabo ya sea por vía sexual o asexual (bipartición), dependiendo del desarrollo alcanzado por la misma.







Los mecanismos defensivos de las holoturias son variados:


El más conocido y por el cual el pepino de mar ha sido bastante popular, consiste en que cuando algún depredador  pretende atacar a estos animales, estos lograrán sobrevivir al expulsar sus órganos y vísceras al exterior para lograr la distracción de tal depredador y conseguir escapar sanos y salvos. Más tarde, estos órganos serán regenerados por el propio organismo de la holoturia para continuar con sus funciones específicas, y de ser necesario, para poder volver a realizar dicho mecanismo de defensa.

Otro mecanismo es el uso de hilos mucosos pegajosos que emiten sobre los agresores para inhabilitarlos e irritarlos. Además, en algunos de estos casos contienen diferentes toxinas.

Como defensa contra los parásitos los pepinos de mar sintetizan la lectina, una proteína que inhibe el desarrollo de diferentes parásitos. De esta manera, en los últimos años, por medio de la ingeniería genética, se pretende que los huéspedes de parásitos que producen enfermedades peligrosas para el ser humano puedan tener la capacidad de producir esta proteína, para acabar con ellos y lograr la extinción de ciertas enfermedades perjudiciales para el hombre.


En el siguiente vídeo se muestra el mecanismo de defensa llevado a cabo por estos animales, la calidad es baja, pero es posible de apreciar la expulsión de las vísceras y órganos que realiza el holoturoideo:

                                      


En este vídeo se mostrará de forma más o menos cómica, como un pepino de mar es atacado por un pez espada:







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